La Semana Santa del pasado año ya fue muy especial. Tras muchos años sin poder estar durante toda la semana, volvía a estar de Domingo a Domingo pisando las calles de Sevilla, pude volver a ver Cofradías que hacía años que no veía, a sentir y disfrutar con una ilusión mas parecida a la de un niño. Acabé con la satisfacción de haberla disfrutado. Comenzaba un nuevo ciclo.
Este año de nuevo ha vuelto a merecer la pena cada hora en la calle, cada kilo de peso que he llevado de material fotográfico (no he llevado tantos kilos, es sólo una expresión), cada gota de sudor, y ha habido muchas, porque el calor ha apretado casi todos los días...ha merecido la pena todo. Porque a cada fotografía que hacía, me daba cuenta, y no es que se me hubiera olvidado, lo mucho que me gusta esto. El salir a buscar una cofradía, a buscar los detalles, o que éstos te encuentren a ti...esa magia especial que tienen algunos momentos...
Y es que la fotografía es un verdadero privilegio. Lo digo mucho si, por muchos motivos, pero en este caso porque considero que cada año, durante una semana, puedo realizar mis fotografías mas personales. Éstas son sólo algunas. Que las disfruten.
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