Así, con esos dos adjetivos se podría describir el besamanos a la Virgen de la Merced, que la Hdad de Pasion celebra durante estos días.
En su capilla, a los pies del Señor y vestida como siempre, elegante y sencilla, custodiada por acólitos y rodeada de hermanos y devotos. Todo ello en una atmósfera siempre íntima la que se apodera de la capilla sacramental de la Hermandad. No hace falta más.
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