El pasado sábado tuvo lugar la segunda edición de PhotoQuivir. Un día completo que comenzaba a las 11 de la mañana en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Sevilla, Fibes, con la ponencia de Jesús Botaro, fotógrafo de viajes, que compartió con los mas de mil asistentes sus comienzos, sus exposiciones y su forma de ver la fotografía, así como el concepto FineArt, desconocido para muchos. De la misma forma hicieron cada uno de los siguientes ponentes, que cada uno en su especialidad, compartieron experiencias y secretos de su trabajo. Rafa y Javier Ramos, como fotografos de naturaleza, Ángel Martínez en deporte y Gus Geijo en moda, o como prefería llamarlo el, fotografía de personas.
A algunos de los ponentes ya he tenido oportunidad de escucharlos en otras ocasiones y siempre merece la pena volver a escucharlos. Para mí es una motivación escuchar a otro fotógrafo que comparte la misma ilusión y entusiasmo por la fotografía, que comenzó de la misma manera que muchos, desde cero, incluso algunos aprendiendo de forma autodidacta, y pensar ¿por qué no? que puedo llegar igual de lejos que ellos.
La parte negativa, por decirlo de alguna manera, y desde mi punto de vista, fue la segunda parte del evento, los desfiles en la calle. El año pasado los desfilen se realizaron en el puente de Triana, aledaños de la Catedral y Plaza de San Francisco, y tanto en el primer como el último emplazamiento, los desfiles tuvieron el espacio oportuno reservado para los inscritos en el evento, es decir, todos los que llevábamos el chaleco de PhotoQuivir. La cantidad de asistentes ansiosos por conseguir una fotografía hacía imposible conseguir una foto decente de los desfiles, pero al menos contábamos con un espacio privado. Y al mismo tiempo y fuera de la zona acotada, había más modelos posando para el resto de fotógrafos que optamos por apartarnos de esa bulla, lo cual era de agradecer.
Este año en el primer desfile no fue así. En la Plaza de América se dió comienzo a los desfiles, sin zona acotada ni actividades paralelas hacía casi imposible fotografiar para cualquiera que no quisiera pelearse por un hueco, o simplemente no le interesase fotografiar el desfile. Es una opinión personal, lo remarco, pero eché en falta ese detalle. Igualmente en la Plaza de la Encarnación, donde la escasa luz, la aglomeración, y en muchos momentos la falta de educación de muchos "fotógrafos" desmotivaban la práctica fotográfica.
Tras todo esta parrafada, que no deja de ser una opinión mas, he de decir que tras haber vivido la experiencia del año pasado, este año lo único que pretendía era disfrutar del ambiente y del grupo de compañeros que disfrutamos del día, con lo que los desfiles eran lo último que me interesaba, por lo que para nada he acabado decepcionado por el evento.
En cualquier caso, hay que ser justos y debo dar mi enhorabuena a todos los organizadores y patrocinadores del evento que de nuevo han puesto a Sevilla en el objetivo de todas las miradas. Enhorabuena y a esperar y a mejorar de cara a PhotoQuivir 2015
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